martes, mayo 02, 2006


La Donación de Órganos.

La donación de órganos si bien es un tema que viene desde muchísimos siglos atrás, es en estos tiempos justamente, cuando se crean debates y generan discusiones, todos estos relacionados, con la vida y la muerte, ya que hay muchos aspectos que quizá en otros tiempos no tenían tanta relevancia, como los de carácter filosófico, científico y religioso, por nombrar algunos.
Estos debates y discusiones se generan primero en “El diagnostico de la Muerte” y en la “Donación de órganos” en sí, para entender de una mejor forma estos aspectos cito un documento de una cumbre Ibero Americana sobre Transplantes de Órganos y tejidos.
La gran mayoría de los trasplantes (de los llamados "órganos singulares") se realiza obteniéndolos de un cadáver. Y no sólo de un cadáver, sino que de un cadáver tan reciente como para que el órgano extraído pueda ser utilizado eficazmente. Desde un punto de vista médico, como es sabido, esto ha llevado a un cambio en la definición de muerte, desde el criterio "cardio-respiratorio", aceptada por siglos, a éste "neurológico" de los últimos treinta o cuarenta años.Antes de la era de los trasplantes, el ser vivo comenzaba a quedarse quieto, luego dejaba de respirar y su corazón se detenía, sus pupilas se dilataban, comenzaba a ponerse frío y rígido y, entonces, pasaba a ser un cadáver, pero incluso muchas legislaciones que aún existen no permitían su entierro hasta 24 o más horas después (quizás para asegurarse que estaba muerto bien muerto). Luego de comenzar los trasplantes de órganos vitales, se pasa de persona a cadáver en una fracción de minuto, dándonos la posibilidad inmediata de extraer órganos y trasformando esa legislación de la espera para el entierro en una obsolescencia.Este cambio de criterio dado por la ciencia y la demanda de órganos para trasplantes le confiere al acto médico del diagnóstico de muerte una trascendencia enorme que debe ser motivo de reflexión y preocupación ética permanente de los médicos que deben efectuarlo. En la perspectiva filosófica el problema es establecer qué es la vida y qué es la muerte y, por lo tanto, cómo podemos diferenciar una de la otra. Desde la antigüedad hay amplio consenso y parece claro que siendo la vida humana una vida animal dotada de razonamiento (logos) e integralidad de funciones, la muerte se producirá cuando se pierdan total e irreversiblemente esas condiciones. De allí que es aceptado por todos que la muerte cerebral (criterio de Harvard) o encefálica (criterios de Minessota), diagnosticada correctamente de acuerdo a los argumentos clínicos y tecnológicos existentes para tal efecto, es signo de que se ha perdido irreversiblemente la capacidad de integración del organismo individual como tal y, por lo tanto, es verdadera muerte.El diagnóstico de muerte neurológica lleva a dos problemas que pueden generar conflictos éticos:- El primero se refiere a la certeza del diagnóstico clínico y a la suficiencia de los medios técnicos utilizados para corroborarlo. El principal "riesgo ético" en este sentido es el abandono anticipado de medidas de soporte vital y la extracción de órganos de una persona gravísima y con quizás nulas posibilidades de recuperación, pero que aún no está muerta neurológicamente. Se configura con esto un claro acto de eutanasia.- El segundo se relaciona con la certeza -sin ningún género de dudas- que pueda tener para todas las personas, para todas las creencias, el diagnóstico de muerte usando el criterio neurológico y no el tradicional cardio-respiratorio. Como estos son criterios científicos, la sociedad (incluyendo la Iglesia Católica) tiene razones consistentes como para aceptarlos como criterios de muerte, pero el disenso es posible y de hecho se da y merece el mayor respeto. Esto tiene especial relevancia al referirnos al consentimiento para la donación de órganos.
LA DONACIÓN DE ÓRGANOS
Para respetar uno de los principios fundamentales de la Bioética, el de la autonomía (es decir, el respeto a la voluntad del individuo como persona, el respeto del ser humano en sí mismo y a las decisiones que ha tomado) a nadie se le debería extraer un órgano si no ha documentado su voluntad de donarlo. Este es un tema conflictivo, ya que sin duda el "consentimiento presunto" (una contradicción en sí mismo: si es consentimiento, no es presunto; si es presunto, no es consentimiento) que existe en algunas legislaciones que permiten un número muchísimo mayor de órganos disponibles para trasplantes que otras legislaciones en que se establece el "consentimiento explícito" (notarial, al obtener documentos públicos, etc.). Pero la sola razón de que puede haber una persona que no está de acuerdo con los criterios de muerte cerebral antes señalado, ya sea por razones religiosas, filosóficas o de otra índole, hace necesario respetar también esa libertad de conciencia, lo que en la práctica significa que se debe actuar en todos los casos con consentimiento informado explícito, como ocurre en la gran mayoría de nuestras legislaciones latinoamericanas. Cuando no existe expresión previa de voluntad, ni a favor ni en contra, para constatar -de acuerdo a sus creencias y costumbres- cual habría sido la voluntad del fallecido, se debe recurrir a sus familiares más cercanos o personas más allegadas. Éstos deberán documentar su consentimiento para la extracción de órganos, expresando que no hay voluntad en contra y demostrando con ese acto que están (y el fallecido lo habría estado) a favor de la donación.Por supuesto, éste puede ser un tema de debate; pero la que he expresado es mi opinión al respecto, sustentada en el respeto por la libertad de conciencia de al menos una persona que crea que morirse es otra cosa de lo que hemos definido científicamente y no esté de acuerdo con que le extraigan sus órganos mientras no se cumpla esa condición por ella creída.
En Chile hoy el tema aún es complicado, ya que no solamente se salvan vidas con la donación de órganos, sino que también se busca mejorar la calidad de vida de algunas personas que padecen enfermedades irreversibles y solo con el transplante podrían mejorar, Toda esta inquietud personalmente se hizo mas aguda, al ver el sufrimiento de la familia de Rossy Díaz, mi opinión frente al tema, es clara ESTOY A FAVOR DE LA DONACION DE ORGANOS, pero me niego a ingresar a una base de datos en que pueda prestarse para comenzar un trafico de órganos, y que esto pueda convertirse en un “NEGOCIO” al que solo la gente de plata pueda acceder, tus mas cercanos esposos hijos etc. Deben conocer y respetar tu decisión, así podremos ayudar a sensibilizar esta sociedad. Solo me queda desearle a Rossy y su familia, éxito en su recuperación, y que aprovechen al máximo este renacer que Dios les ofreció.

2 comentarios:

Jenny Alvarez dijo...

NO SE SI NO ENTENDI TU COMENTARIO O TIENES UNA INFORMACION ESCASA DEL TEMA...ESPERO APORTAR AL DEBATE...SOY HIJA DE UNA PERSONA QUE ESPERA UN TRASPLANTE DE HIGADO...SALUDOS

Juan Gomez dijo...

¡Hola a todos! Escribo este artículo para apreciar el buen trabajo de DR OGALA que me ayudó recientemente a traer de vuelta a mi esposa que me dejó por otro hombre durante los últimos 6 meses. Después de ver un comentario de una mujer en Internet que testifica cómo fue ayudada por DR OGALA. También decidí contactarlo para obtener ayuda porque todo lo que quería era que yo obtuviera mi esposa, felicidad y asegurarme de que mi hijo crezca con su madre. Hoy estoy feliz de que me haya ayudado y puedo decir con orgullo que mi esposa ahora está conmigo otra vez y que ahora está enamorada de mí como nunca antes. ¿Necesita ayuda en su relación, como recuperar a su hombre, esposa, novio, novia? Los espectadores que lean mi publicación que necesita la ayuda de DR OGALA deben comunicarse con él por correo electrónico: (ogalasolutiontemple@gmail.com). También puede llamarlo o contactarlo a través de WhatsApp +2348052394128