EL CHIFLON DEL DIABLO
Entre las calles Manuel Rodríguez (ex Castro) y Ejército en la comuna de Stgo. Centro, estaba el Chiflón del diablo.
Recuerdo que llegamos cerca del 78, cuando comenzaban los trabajos para la construcción de la estación de metro Toesca.
La casa quedaba justo frente al chiflón, para nosotros el conventillo.
Al principio costo acostumbrarse, el chiflón era hasta ese entonces uno de los lugares mas peligrosos del país, hogar de delincuentes y narcotraficantes, pero también de personas con anhelos, anhelos de superar la pobreza y salir de “esa vida” sin esperanzas ni futuro.
Los años pasaron rápido, y muy pronto nos fuimos habituando, estábamos cerca de todo, al centro podíamos llegar caminando tan solo en 15 minutos, claro que había que irse por ejercito, ya que donde hoy se encuentra el Parque Almagro antes era la Cunza, una población peligrosa y adversarios de toda la vida de los del chiflón.
Las noches eran llenas de vida, en la calle los marihuaneros como le decíamos a los narcos, jugaban a la pelota, por ende no circulaban autos en esa calle, y cuando entraba algún tipo de vehiculo o era para hacer alguna transacción de droga, o eran los milicos o ratis que hacían redadas cada cierto tiempo.
También existían las noches de box, de peleas de pandillas y de tiroteos, cada noche había algo, la violencia era común.
Rápidamente aprendí a pelear, y siempre me hacia mis lucas pegándole a otros amigos, que también querían tener sus lucas, pero tenia mas suerte y siempre me terminaba quedando con la plata, con mis amigos machucados nos íbamos a tomar bebidas al almacén de Pelayo, todos compraban ahí, un local oscuro, con olor a barro húmedo, verduras y caramelos, lleno de historias, y siempre lleno de gente.
Recuerdo que llegamos cerca del 78, cuando comenzaban los trabajos para la construcción de la estación de metro Toesca.
La casa quedaba justo frente al chiflón, para nosotros el conventillo.
Al principio costo acostumbrarse, el chiflón era hasta ese entonces uno de los lugares mas peligrosos del país, hogar de delincuentes y narcotraficantes, pero también de personas con anhelos, anhelos de superar la pobreza y salir de “esa vida” sin esperanzas ni futuro.
Los años pasaron rápido, y muy pronto nos fuimos habituando, estábamos cerca de todo, al centro podíamos llegar caminando tan solo en 15 minutos, claro que había que irse por ejercito, ya que donde hoy se encuentra el Parque Almagro antes era la Cunza, una población peligrosa y adversarios de toda la vida de los del chiflón.
Las noches eran llenas de vida, en la calle los marihuaneros como le decíamos a los narcos, jugaban a la pelota, por ende no circulaban autos en esa calle, y cuando entraba algún tipo de vehiculo o era para hacer alguna transacción de droga, o eran los milicos o ratis que hacían redadas cada cierto tiempo.
También existían las noches de box, de peleas de pandillas y de tiroteos, cada noche había algo, la violencia era común.
Rápidamente aprendí a pelear, y siempre me hacia mis lucas pegándole a otros amigos, que también querían tener sus lucas, pero tenia mas suerte y siempre me terminaba quedando con la plata, con mis amigos machucados nos íbamos a tomar bebidas al almacén de Pelayo, todos compraban ahí, un local oscuro, con olor a barro húmedo, verduras y caramelos, lleno de historias, y siempre lleno de gente.
Hice muchos amigos, conocí mucha gente, todos ellos aportaron a lo que soy ahora.
El 3 de marzo del 85 Santiago se sacudió con un terremoto grado 7 y algo, parte del conventillo caía al suelo, pero no solo caía el conventillo, también lo hacia gran parte de lo que ese barrio era, rápidamente el gobierno de turno, distribuyó a la gente a zonas periféricas de Stgo. Con esto comenzaba una reestructuración de todo ese sector.
Los siguientes años comenzaron a repoblar, y aunque se ha mantenido y quizá mejorado el entorno, el barrio ya no es el mismo, queda poca gente de ahí, esto debido a que han vendido muchos terrenos, hoy convertidos en edificios, llegaron las universidades y lo bautizaron como barrio universitario.
Hace unos meses camine por ahí, nunca me he alejado, es raro caminar por calles con tantos recuerdos, se siente extraño, pude sentir el olor de las calles en aquellos años, cada paso que daba era un sentimiento de añoranza, de una pertenencia increíble, me sentí seguro, en ese momento decidí volver….
Hoy preparo mis cosas vuelvo a mi barrio, y estoy feliz de hacerlo, no solo porque vuelvo, sino porque puedo hacerlo.
El 3 de marzo del 85 Santiago se sacudió con un terremoto grado 7 y algo, parte del conventillo caía al suelo, pero no solo caía el conventillo, también lo hacia gran parte de lo que ese barrio era, rápidamente el gobierno de turno, distribuyó a la gente a zonas periféricas de Stgo. Con esto comenzaba una reestructuración de todo ese sector.
Los siguientes años comenzaron a repoblar, y aunque se ha mantenido y quizá mejorado el entorno, el barrio ya no es el mismo, queda poca gente de ahí, esto debido a que han vendido muchos terrenos, hoy convertidos en edificios, llegaron las universidades y lo bautizaron como barrio universitario.
Hace unos meses camine por ahí, nunca me he alejado, es raro caminar por calles con tantos recuerdos, se siente extraño, pude sentir el olor de las calles en aquellos años, cada paso que daba era un sentimiento de añoranza, de una pertenencia increíble, me sentí seguro, en ese momento decidí volver….
Hoy preparo mis cosas vuelvo a mi barrio, y estoy feliz de hacerlo, no solo porque vuelvo, sino porque puedo hacerlo.