Dedicado a mi amiga Furiosa

Tengo que empezar desde muy atrás para contar mi historia. Si pudiera tendría que retroceder todavía muchos más, hasta los primeros años de mi infancia, e incluso más allá, en la lejanía de mi ascendencia.
Al escribir novelas los poetas actúan como si fuesen el mismo Dios, y pudieran abarcar con su mirada cualquier historia humana comprendiéndola y presentándola como si el propio Dios la contase, revelando su esencia en todo momento, a mi me es imposible hacerlo así, como también le es imposible a los poetas. Pero mi historia me importa mas que a cualquier poeta la suya, pues es mi propia historia y es la historia de un hombre, no la de un hombre inventado posible o inexistente, sino la de un hombre real único y vivo, hoy menos que nunca se sabe lo que es un hombre vivo y se lleva a morir a miles de seres humanos cada uno de los cuales es una creación única y valiosa de la naturaleza. Si solo fuéramos seres únicos seria fácil hacernos desaparecer con la bala de un fusil, y no tendría sentido contar historias, pero cada hombre no es tan solo el, es también el punto único y especial importante y curioso donde solo una vez y nunca mas se cruzan los fenómenos del mundo de una manera particular, es por esto que la historia de cada hombre mientras viva y cumpla la voluntad de la naturaleza, es admirable eterna y divina.
En cada hombre se ha hecho carne el espíritu, en cada uno sufre la criatura, en cada uno de ellos un redentor es crucificado. Hoy muy pocos saben que es el hombre, muchos lo presienten y por hacerlo mueren mas aliviados como moriré yo cuando termine de escribir esta historia.
No pretendo ser un sabio he sido un hombre que busca y todavía lo soy, pero ya no busco en las estrellas y los libros, he comenzado a escuchar las enseñanzas que susurra mi sangre. Mi historia no es agradable ni dulce ni armoniosa como las historias inventadas, tiene el sabor de la insensatez y la confusión, de la locura y el sueño, como la vida de todos los hombres que ya no quieren seguir mintiéndose a si mismos.
Lo que entendemos como la vida de cada hombre es un camino hacia si mismo el intento de un camino la huella de un sendero. Ningún hombre a logrado ser si mismo por completo, pero todos aspiran a serlo unos a ciegas otros con mayor claridad, cada uno como puede. Todos llevan consigo hasta el final los restos de su nacimiento, las viscosidades y cáscaras del huevo de un mundo primordial. Algunos no llegan nunca a ser hombres; se quedan siendo ranas, lagartijas u hormigas. Otros son hombre de la mitad del cuerpo para arriba y el resto pez. Pero cada uno es el empuje de la naturaleza hacia el hombre. Todos tenemos un origen común, nuestras madres. Todos venimos de las mismas profundidades, pero cada uno tiende, desde la hondura, a su propio fin. Nos podemos comprender unos a otros; pero interpretar, es algo que solo cada uno puede hacer consigo mismo.
Herman Hesse


La primera vez que escribí en el blog, tomé extractos de este texto y los publiqué, ya que me parecían una muy buena forma de presentarme.
En este texto Hesse no solo se representa él, sino a todos quienes escriben, y tienen esa inquietud y necesidad de comunicarse, representa a todos quienes poseen estas ganas, y están en esta búsqueda incansable de llegar a ser uno mismo.
Hoy lo publico para dedicárselo a todos quienes tengan esa inquietud de entregarse a través de las letras, en especial a una amiga, quien quiere ser escritora, y decirle a ella que para escribir lo principal es tener las ganas de comunicar algo, ahora le falta solo dedicarse, porque el talento ya lo tiene.