Me senté otra vez en la silla frente al computador, un computador que no sirve de nada si no escribo. Cuando lo hago, no se bien que es lo que siento, pero se que cuando esto sucede, es un alivio.
Habían pasado meses que no escribía, me salté fechas importantes, hechos importantes,hubo un monton de cosas que decir, pero no podía hilar una sola frase, venían muchos pensamientos, muchos cuestionamientos, mucha critica. Muchas veces pienso que es la tristeza que no me deja escribir, tristeza y dolor provocados por una gran frustración, una frustración que hasta hace un momento traté de explicar y no pude y tuve que borrar todo lo escrito. Necesito ordenar las ideas, de igual forma todo esto ayudó a que pudiera escribir nuevamente y estoy contento de hacerlo, siento que recupero algo de mi, siento que me entiendo,que me conozco, y todo eso me agrada.
El tratar de plasmar lo que mis sentidos perciben, mis sentimientos y emociones de un universo sin fin, un universo que todos llevamos dentro, lo encuentro fantástico, independiente de que si el contenido es bueno o malo, y si se ajusta o no, a la realidad, al final de todo, se trata de la visión del cómo nosotros percibimos este mundo.